Emprender un proyecto empresarial en España requiere elegir la forma jurídica adecuada. Entre las distintas opciones que ofrece nuestro ordenamiento jurídico, la Sociedad Limitada Laboral (SLL) se ha convertido en una alternativa muy valorada por quienes buscan equilibrar la creación de empleo estable con un modelo empresarial sostenible y participativo.

Definición de Sociedad Limitada Laboral (SLL)
Una Sociedad Limitada Laboral (SLL) es un tipo de sociedad mercantil española que combina elementos de las sociedades de capital con la participación activa de los trabajadores en la propiedad y gestión de la empresa. Su marco jurídico está regulado principalmente por la Ley 44/2015 de Sociedades Laborales y Participadas. Resulta una opción especialmente interesante para aquellos proyectos empresariales donde los trabajadores buscan ser copropietarios de la empresa, además de empleados.
Una SLL es una modalidad que fomenta la estabilidad laboral, la implicación de los socios-trabajadores y un reparto equitativo de la toma de decisiones.
Características principales
Participación de los trabajadores
La principal particularidad de una SLL es que la mayoría del capital social debe estar en manos de los trabajadores que prestan sus servicios de manera personal, directa y deben ser trabajadores con contrato indefinido. Ninguno de ellos puede tener más de ⅓ de la sociedad (salvo excepciones) y alcanzar entre todos al menos el 51% de horas trabajadas. Esto asegura que las decisiones estratégicas de la empresa se tomen desde una visión más cercana a la realidad laboral y no únicamente desde la óptica inversora.
Capital social y aportaciones
El capital social mínimo para constituir una SLL es de 3.000 euros. El capital social puede estar formado tanto por aportaciones monetarias como por aportaciones no dinerarias (bienes o derechos valorables económicamente).
Transmisión de participaciones
Las participaciones en una SLL tienen restricciones de transmisión más estrictas que en una SL convencional. Antes de venderlas a un tercero, deben ofrecerse primero a los trabajadores o a la propia sociedad. Este mecanismo evita la entrada de socios que no estén vinculados con la filosofía laboral de la entidad.
Ventajas y desventajas de una SLL
Como cualquier forma jurídica, la Sociedad Limitada Laboral tiene puntos fuertes y ciertas limitaciones que conviene considerar antes de su constitución.
Empezamos por las ventajas de este modelo.
- Mayor implicación de los trabajadores en la empresa.
- Acceso a ayudas y subvenciones específicas para sociedades laborales, aunque variable según las CC.AA.
- Limitación de la responsabilidad al capital aportado.
- Estabilidad y menor rotación laboral gracias a la figura del socio-trabajador.
Mientras, podemos señalar también algunas desventajas.
- Procedimientos más complejos en la transmisión de participaciones.
- Reglas de mayoría más estrictas, que pueden ralentizar la toma de decisiones.
- Menor atractivo para inversores externos debido a las limitaciones de entrada.
- Debe crear una reserva especial del 10% del beneficio hasta alcanzar el doble del capital social.
Diferencias entre SLL y SL tradicional
Aunque la Sociedad Limitada (SL) y la Sociedad Limitada Laboral (SLL) comparten ciertas similitudes, existen diferencias notables. Te las contamos.
- En la SL, el capital puede estar en manos de cualquier socio, sin importar si trabaja en la empresa. En la SLL, la mayoría debe pertenecer a los trabajadores.
- Las SLL cuentan con un marco normativo específico y con posibles beneficios fiscales y subvenciones.
- La transmisión de participaciones es más libre en la SL, mientras que en la SLL se prioriza a los trabajadores.
Comparativa con otras figuras societarias
Cooperativas
Las cooperativas se basan en la participación igualitaria de los socios bajo el principio de «un socio, un voto». En cambio, en las SLL, el poder de decisión está vinculado al número de participaciones.
Comunidad de bienes
La comunidad de bienes no tiene personalidad jurídica propia y los socios responden de manera ilimitada. La SLL, en cambio, limita la responsabilidad de los socios al capital aportado.
Sociedad civil
También implica responsabilidad ilimitada y carece de las ventajas fiscales y organizativas que ofrece una SLL.
Cómo constituir una SLL
El proceso de constitución de una SLL es similar al de una SL, aunque con algunos requisitos adicionales.
- Certificación negativa de denominación social en el Registro Mercantil.
- Aportación del capital social mínimo.
- Redacción de los estatutos sociales, donde se deben incluir las restricciones propias de la SLL.
- Escritura pública de constitución ante notario.
- Inscripción en el Registro Mercantil y, posteriormente, en el Registro de Sociedades Laborales del Ministerio de Trabajo o de la comunidad autónoma correspondiente.
- Tramitación de NIF, alta censal y obligaciones fiscales y laborales habituales.
En todo este proceso, las herramientas de gestión pueden convertirse en tus mejores aliadas. Las soluciones de TeamSystem para empresas, por ejemplo, ayudan a automatizar tareas contables, fiscales y de facturación, lo que facilita que los socios se centren en la estrategia del negocio y en la participación activa de los trabajadores.
Preguntas frecuentes sobre SLL
¿Puede participar un socio que no trabaje en la empresa?
Sí, siempre que la mayoría del capital social se encuentre en manos de los socios-trabajadores.
¿Qué ventajas fiscales tiene una SLL?
Pueden acceder a incentivos y subvenciones específicas para fomentar la economía social y la participación de los trabajadores.
La SLL se presenta como una alternativa atractiva para proyectos empresariales que buscan conjugar estabilidad laboral con un modelo societario flexible, garantizando tanto la protección patrimonial de los socios como una mayor implicación de quienes trabajan en la empresa.
¿Cuál es la diferencia clave con una SL?
La SLL exige mayoría laboral, límites de participación y reserva especial.





0 comentarios